miércoles, 10 de octubre de 2007

Numerosas entidades piden a la industria editorial que se sume a la ‘Ecoedición’, un concepto impulsado por la CMA

La edición de la 25 feria Internacional del Libro LIBER celebrada en Barcelona a principios de octubre ha sido el marco escogido por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía (CMA) para, conjuntamente con otras entidades, solicitar a la industria editorial nacional la aplicación de criterios de ‘Ecoedición’, que no es otra cosa que la puesta en marcha de principios de sostenibilidad en todo el proceso de gestión de las publicaciones.
Según explicó durante una mesa redonda ofrecida en el propio espacio de LIBER la Directora General de Participación e Información Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Cecilia Gañán de Molina, la creación del concepto de ‘Ecoedición’ consiste en incorporar criterios ambientales y sociales al proceso de edición que minimicen los impactos negativos derivados de esta actividad.
Se trata de atender a todos los procesos, desde el diseño a la distribución, teniendo en cuenta las materias primas empleadas, el proceso de impresión, la gestión del stock, el embalaje utilizado para la distribución de esa publicación y la gestión de la distribución de la misma. Por otra parte, según expuso Cecilia Gañán, la ecoedición debe garantizar también unas condiciones laborales dignas de las personas trabajadoras que participan en las diferentes partes del proceso.
De hecho, según indicó, el Centro Documental de Publicaciones de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha estado trabajando en unos criterios básicos que han sido recopilados en un manual de Ecoedición, que ha editado en una primera versión a la espera de nuevas aportaciones por parte del sector editorial.
En la mesa redonda, titulada “Ecoedición: una propuesta sostenible de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía”, participó también la Subdirectora General Adjunta de la Vicesecretaría General Técnica del Ministerio de Medio Ambiente, Nuria López, que explicó la voluntad de la administración pública que representa de “intentar dar un giro sostenible a la gestión de publicaciones”.


Según explicó López, el Ministerio de Medio Ambiente gestionó en 2006 unos 2.000 títulos editados en papel reciclado 100% libre de cloro, de los cuales un 24,60% se editaron en formato digital. “Estamos en una fase embrionaria, pero estamos abiertos a la adopción de algunos criterios más rígidos en la edición de publicaciones para minimizar el impacto ambiental”.
Que el concepto ‘Ecoedición’ no es un campo cerrado, sino abierto a la participación, fue la postura de otra de las participantes en la mesa redonda, Ana Izquierdo, responsable del Departamento de Compra Pública Sostenible de la Fundación Bakeaz, entidad impulsora de la ‘Ecoedición’ junto con la Consejería de Medio Ambiente.
“Creemos que tener en cuenta el origen de las fibras de papel y de las tintas y solventes es tan importante como la atención que se le debe dedicar al reciclaje y la reutilización en el proceso de impresión, a la política de la empresa en relación al empleo, o al embalaje y distribución de las publicaciones”, aseveró Izquierdo, manteniendo que hay determinadas prácticas fáciles de llevar a cabo, como el ajuste de las tiradas a demanda o la huida de los excesivos tamaños de márgenes, que también repercuten en el coste final de la edición.


Desde la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, y con la ayuda de entidades como Ideas y Bakeaz, se pretende promover la ecoedición y convencer a las empresas de sus beneficios reales, ya que la adopción de criterios sostenibles en la edición no sólo favorece al medio ambiente, sino también a la reputación y credibilidad de una editorial, ya que también puede servir como catalizador de futuros inversores y clientes.

Una web de autodiagnóstico

Por su parte, Javier Celaya, Director del Grupo Dosdoce de Comunicación Cultural, presentó la web www.ecoedicion.es, impulsada también por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía (y accesible también a través de su web), donde se ha puesto a disposición de los interesados un sencillo formulario de autodiagnóstico para las publicaciones. “Con ayuda de la página web podremos intentar abrir un camino a través del cual podrán pasar todas las editoriales interesadas en adoptar criterios de responsabilidad Social Corporativa”, expuso.


Otro de los ponentes de la mesa redonda celebrada en LIBER fue Luis Francisco Rodríguez, director ejecutivo de Publidisa, que aseguró que la Ecoedición es una realidad que hace cinco años “era puramente anecdótica”, y recordó que ya hay autores de prestigio que empiezan a exigir a sus editoriales que sus títulos se produzcan bajo criterios estrictamente ecológicos.

“La industria editorial y sus clientes son sensibles a la colaboración con el desarrollo sostenible, sólo es necesario comunicar eso como un valor añadido al producto para que iniciativas como ésta sean ampliamente secundadas”, agregó.
En la mesa redonda también se presentaron iniciativas como la de Ángel Panyella, gerente de la empresa ‘El Tinter sal’, una imprenta que ha conseguido reducir sensiblemente sus impactos desde el año 1993 y que ahora tiene en su haber varias certificaciones; o la de Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace España, que presentó ante los asistentes las adhesiones de autores como Isabel Allende y José Saramago y las ventajas del papel 100% reciclado (‘Sello Ángel Azul’) en la conservación de los bosques primarios de todo el mundo.
“Pedimos pasos progresivos a las editoriales, y creemos que simplemente con que incrementen las preguntas que realizan a sus proveedores se estaría andando un buen trecho del camino”, añadió Soto, que especificó que editoriales como Random House Mondadori, RBA o Círculo de Lectores ya están adoptando algunas medidas de minimización de impactos ambientales.
Finalmente, Jordi Bigues, periodista y Asesor Ambiental de la publicación en España ‘Una verdad incómoda’ de Al Gore, recordó que el año pasado se imprimieron en España 338 millones de libros, de los cuales un 32% fue devuelto a las editoriales.


“Vamos con retraso, pero ya es momento de que las editoriales hagan sus deberes, y con sus actuaciones sostenibles consigan que el campo editorial sea más competitivo”, agregó, añadiendo que la “aureola cultural” que rodea a éste tipo de producto “ha de responder ante la sociedad, que demanda una edición más ecológica”.
El objetivo de este proyecto conjunto es pues promover la manera de reducir impactos sociales y ambientales en la gestión de publicaciones, buscando una mayor coherencia en el sector del libro a nivel institucional y empresarial. En definitiva, y según concluyó la Directora General de Participación e Información Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, se trata de que “la administración sirva de ejemplo de arrastre para que otros sectores se incorporen al carro de la ecoedición”.